Se rebotó el país, contra Santos, quien según Yanhaas, es rechazado por el 87% de los colombianos, y el 91% de los jóvenes, los colombianos están rebotados no solo por el avión de Tutina, las cortinas de palacio y las almendras millonarias.
Rebotados porque sus contratistas viven del hambre de los niños pobres, y los bebés Wayuu mueren de inanición en la Guajira, mientras en La bodeguita del medio, las FARC se burlan de su “paz” y beben ron a nuestra costa.
Rebotados porque dilapida el Estado en contratos absurdos con los amigos de sus paz, entre ellos el Fiscal y los parientes de sus ministros y de las cortes, dejando a Colombia al filo de la crisis. Ahí está el informe económico del senador Iván Duque.
Rebotados porque FARC, Santos y sus cercanos, como los Proteicos, de Teólogos, de Borges, creen que “no ser malvado es una soberbia satánica” y haciendo el mal se sienten haciendo el bien. Ahí está el Fiscal en periplo internacional buscando impunidades a crímenes de lesa humanidad.
Rebotados por la inseguridad en todos los rincones del país, multiplicada, porque Santos auspició la repotenciación de FARC, ELN, EPL y paramilitares. Ahí está el Clan Úsuga, agigantado y paralizando de terror a medio país.
Rebotados porque matar policías y soldados se volvió deporte, como en tiempos de Escobar, gracias a una especie de perverso incentivo estatal, que parece contar cadáveres a la hora de repartir curules. Si a FARC le dan, entonces ELN y paramilitares matan, para que también les den. El último fue asesinado ayer, era el comandante de El Tarra, cuyo hogar en pamplona deja tres pequeños huérfanos.
Rebotados porque Santos desmantela el Estado. Ya vendió Isagen, y pidió el listado de otras empresas que puede vender para seguir contratando áulicos.
Rebotados porque usa la justicia como instrumento para perseguir opositores, con testigos falsos e interpretaciones torticeras y políticas de la ley. Ahí Luis Alfredo Ramos, Santiago Uribe, Luis Alfonso Hoyos, varios generales y muchos más.
Ya no es el expresidente Uribe el dueño del descontento, como alertó el excandidato presidencial Antonio Rocha, para quien las recientes manifestaciones de taxistas, transportadores, campesinos, sindicatos, profesores y gente del común, desarticuladas hoy, podrían significar, unidas, el término prematuro del gobierno.
La masiva participación en las calles el 2 de abril, dejó en el pueblo la convicción de que su voz puede frenar la entrega del país a los violentos, y detener la inseguridad, la inminente pobreza y la dilapidación de los recursos nacionales.
Salió el pueblo, como salieron los franceses a la Bastilla contra el Rey; como marcharon los tunecinos contra Bel Ali; como manifestaron los egipcios en La Plaza de La Liberación en El Cairo contra Morsi; como sonaron las cacerolas venezolanas contra Carlos Andrés. Si Santos no endereza el rumbo, la próxima marcha podría tener los mismos resultados.
Los colombianos quieren heredar a sus hijos el mismo país que se recibió, no un país socialista empobrecido y con dirigentes de la talla de Chávez, Maduro, Castro, Kirchner, Ortega, Evo, Lulla, Rouseff, Castro, Correa, foropaulistas, que se enriquecieron con los recursos del pueblo.
@mariojpachecog
Rebotados porque sus contratistas viven del hambre de los niños pobres, y los bebés Wayuu mueren de inanición en la Guajira, mientras en La bodeguita del medio, las FARC se burlan de su “paz” y beben ron a nuestra costa.
Rebotados porque dilapida el Estado en contratos absurdos con los amigos de sus paz, entre ellos el Fiscal y los parientes de sus ministros y de las cortes, dejando a Colombia al filo de la crisis. Ahí está el informe económico del senador Iván Duque.
Rebotados porque FARC, Santos y sus cercanos, como los Proteicos, de Teólogos, de Borges, creen que “no ser malvado es una soberbia satánica” y haciendo el mal se sienten haciendo el bien. Ahí está el Fiscal en periplo internacional buscando impunidades a crímenes de lesa humanidad.
Rebotados por la inseguridad en todos los rincones del país, multiplicada, porque Santos auspició la repotenciación de FARC, ELN, EPL y paramilitares. Ahí está el Clan Úsuga, agigantado y paralizando de terror a medio país.
Rebotados porque matar policías y soldados se volvió deporte, como en tiempos de Escobar, gracias a una especie de perverso incentivo estatal, que parece contar cadáveres a la hora de repartir curules. Si a FARC le dan, entonces ELN y paramilitares matan, para que también les den. El último fue asesinado ayer, era el comandante de El Tarra, cuyo hogar en pamplona deja tres pequeños huérfanos.
Rebotados porque Santos desmantela el Estado. Ya vendió Isagen, y pidió el listado de otras empresas que puede vender para seguir contratando áulicos.
Rebotados porque usa la justicia como instrumento para perseguir opositores, con testigos falsos e interpretaciones torticeras y políticas de la ley. Ahí Luis Alfredo Ramos, Santiago Uribe, Luis Alfonso Hoyos, varios generales y muchos más.
Ya no es el expresidente Uribe el dueño del descontento, como alertó el excandidato presidencial Antonio Rocha, para quien las recientes manifestaciones de taxistas, transportadores, campesinos, sindicatos, profesores y gente del común, desarticuladas hoy, podrían significar, unidas, el término prematuro del gobierno.
La masiva participación en las calles el 2 de abril, dejó en el pueblo la convicción de que su voz puede frenar la entrega del país a los violentos, y detener la inseguridad, la inminente pobreza y la dilapidación de los recursos nacionales.
Salió el pueblo, como salieron los franceses a la Bastilla contra el Rey; como marcharon los tunecinos contra Bel Ali; como manifestaron los egipcios en La Plaza de La Liberación en El Cairo contra Morsi; como sonaron las cacerolas venezolanas contra Carlos Andrés. Si Santos no endereza el rumbo, la próxima marcha podría tener los mismos resultados.
Los colombianos quieren heredar a sus hijos el mismo país que se recibió, no un país socialista empobrecido y con dirigentes de la talla de Chávez, Maduro, Castro, Kirchner, Ortega, Evo, Lulla, Rouseff, Castro, Correa, foropaulistas, que se enriquecieron con los recursos del pueblo.
@mariojpachecog
Fuente: www.msn.com
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