El peor caso de anorexia de la historia, sobrevivió y así luce 7 años después
Rachael Farrokh iniciaba su carrera como actriz, hace más de 10 años, justo cuando empezó todo. Tuvo una mala racha tras de audicionar para varios papeles, sin éxito. Se convenció de que la razón por la que no conseguía el puesto era su imagen, así que se propuso bajar unos kilos.
Cuando se dio cuenta ya había perdido más de la mitad de su peso, la situación se salió de control. Su esposo no sabía qué hacer para ayudarla. Rachael estaba muy débil, no podía hacer algunas actividades cotidianas, caminaba con lentitud y muy fatigada.
Los médicos le diagnosticaron anorexia nerviosa, trastorno de la conducta alimentaria que conlleva pérdida de peso causada intencionalmente por el enfermo, arrastrándolo a un estado de extrema debilidad y delgadez por falta de alimento.
Rachael aceptó someterse a los tratamientos necesarios para recuperarse, pero los doctores le dijeron que ya era tarde, su cuerpo no resistiría mucho. Medía 1.70 metros y pesaba apenas 20 kilogramos. Varios especialistas la desahuciaron, pero ella no se rendía.
Subió a Internet un video en el que pedía ayuda para superar la anorexia. Explicaba los problemas de salud que este trastorno trajo a su vida, pues llegó el punto en que ya no podía ni sostenerse en sus piernas. Le urgía auxilio, tenía miedo de morir y declaró a distintos medios: "Quiero demostrar que si yo puedo volver a la vida, cualquiera puede volver".
Rachael creó una cuenta en GoFundMe, con la cual recaudó cerca de 200,000 dólares, y viajó a Portugal, donde le ofrecieron la ayuda que necesitaba.
La actriz comenta que si exhibe su caso es para que se termine el erróneo tabú que existe sobre los desórdenes alimentarios; afirma que este padecimiento va mucho más allá de querer lucir delgada.
"Mucha gente piensa que la anorexia nerviosa o cualquier otro desorden alimentario es un problema por querer ser delgado, pero si investigas y profundizas ves que es algo mucho más complejo. Cada caso es diferente, no se puede generalizar, pero muchas veces tiene origen en un trauma, aunque esa es otra historia" dijo, con la voz quebrada, en una entrevista para BBC Mundo.
Hoy Rachael se encuentra mejor, ya está recuperándose en casa; no fue fácil, pero tampoco imposible. Ahora se siente más viva que nunca y cree que una forma de agradecer al mundo su ayuda, es creando conciencia sobre la importancia de frenar todos esos estereotipos que existen en los medios de comunicación, que nos venden la idea de que una mujer delgada es perfecta.
Lo último que una persona con anorexia necesita es ser juzgada. Si conoces a alguien en esta situación no le critiques, ayúdale, porque probablemente su problema vaya mucho más allá que una necesidad por estar “en forma”. La anorexia es sólo reflejo de un trastorno más grande.
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